Imagen del Escudo del Equipo.-

Nuestra Consigna...

11 de noviembre de 2007, 10k Nike Montevideo, 10:30 am exactamente, cuando se hizo la cuenta regresiva y se llegó al 0, en ese preciso instante comenzó nuestra historia, la historia de dos hermanos, compañeros y amigos, y porque no de dos deportistas, por llamarlos de alguna forma, que durante lo que dura la competencia, sea pesada, difíci de llevar, calurosa, aunque a veces parezca imposible, sienten la libertad y el gozo en lo que hacen y no hay mejor recompensa para sus corazones que el cruzar la meta sintiendo que aunque hayan demorado una hora y su puesto sea el 2436, ellos, mejor dicho nosotros sentimos que le ganamos al mundo y aunque estemos exaustos, agotados, casi desintegrados físicamente, lo primero que preguntamos es: ¿Cuándo es la próxima?

Las Orugas es un sentimiento que no puedo parar!!!
Vivilo con nosotros!!!

UNA ORUGA POR TRANQUERAS

 El sábado 2, acompañando a Washington Veleda Mota en todo su entusiasmo por llevar el deporte a su pueblo, en ocasión de la fiesta de "la sandía y la forestación", dos buses partieron a las 7hs del Prado, rumbo a los 7k en Tranqueras . 
Experiencias varias, entre las que quiero destacar dos: 
1) La amabilidad de la recepción, la organización, el viaje, nada quedó omitido. Y al llegar a la escuela donde almorzamos y algunos se alojaron a la noche, un rinconcito de piedras (pero no unas piedras cualquiera) me recordaron el sentir que motiva el trabajo Oruga y lo quise plasmar en la foto adjunta. 

2) El hecho de representar (de alguna manera) "Distancias solidarias" y llevar a la espalda el nombre de Ricardo Hugo. Esto no significa solo el "cartelito" a la espalda, sino sentir la vida de los compañeros, amigos, conocidos y desconocidos que atraviesan una etapa de lucha y deseo de sanar y dar el SI a la vida. 
A pesar de encontarme en recuperación de una lesión en la rodilla, le pormetí a mi Adriana Rouco Gossio, que también correría por ella, porque JUNTAS PODEMOS salir adelante. Así fue, que en los dos primeros kilómetros me faltó la respiración dado el bochornoso clima reinante y antes de los cinco kilómetros la ambulacia me rescató para vendar mi rodilla. Igualmente, tenía que llegar, porque con ganas y un sentimiento de compartir la vida, la fuerza de algún lado saldría.
Asi que, gente, SIN DUDA SE PUEDE, no importa el tiempo que demoré, pero la meta fue cumplida y RICARDO y ADRIANA me acompañaron. 
LAS ORUGAS NO SE RINDEN Y TAMPOCO ESTAN SOLAS!!!!!. Vamos por más.

Redactora Irresponsable: María Laura Rosas