Llegando
a la ciudad de Mercedes nos encontramos con una encantadora rambla, la belleza
y tranquilidad nos tentaban a quedarnos allí por varias horas…pero el amor por
el deporte es más fuerte y allí estábamos detrás de la línea de largada viendo
reflejado en los rostros de los corredores las altas temperaturas y comentando
que ésta no era una carrera para mejorar los tiempos sino que ya solo el hecho
de llegar a la meta bastaba para decir “cumplí”.
La
carrera se retrasó unos minutos, ya que estábamos esperando a que llegara el
último bus con compañeros, lo cual incrementó aún más el nerviosismo, el calor,
y la adrenalina previa a la largada.
Finalmente
llegaron los compañeros y largamos…en el primer kilómetro ya se notaba la pesadez,
la falta de aire, el sol que hacia picar la piel, pero a pesar de eso seguimos
dándonos fuerza entre compañeros. A los pocos metros veíamos volver a algunos
corredores que lamentablemente se vieron obligados a abandonar. A pesar de esto
seguíamos con toda la alegría y el entusiasmo. Llegando al tercer kilómetro
surgió lo inesperado, tuve un pequeño
accidente, mi pie derecho quedo atrapado en un pozo que había en la calle y al sacarlo bruscamente me lo doblé…pero había
que seguir como fuera, ya no podía volver atrás…un poco caminando y otro poco
trotando llegue hasta el kilómetro 9 donde me estaban esperando mis dos
panteras Richard y Bruno…es inexplicable la emoción que siento cada vez que me
van a alcanzar y me acompañan hasta la meta dándome toda la fuerza y la energía
que necesito en esos últimos metros, es un gran gesto de compañerismo, cariño y
unidad que en mas de una oportunidad me ha hecho brotar algunas lagrimas.
Esta carrera también tenía algo especial…y era correr en honor a Ada y Marcelo, madre e hijo, que como bien sabemos la están luchando para salir adelante y vencer el cáncer. Correr con el Team UxL es de las cosas más lindas y más emocionantes que me ha pasado, llevar ese cartelito en representación a una persona que la está peleando o que desgraciadamente ya no está entre nosotros me brinda gran parte de la fuerza que impulsa mis piernas en cada kilómetro.
Esta carrera también tenía algo especial…y era correr en honor a Ada y Marcelo, madre e hijo, que como bien sabemos la están luchando para salir adelante y vencer el cáncer. Correr con el Team UxL es de las cosas más lindas y más emocionantes que me ha pasado, llevar ese cartelito en representación a una persona que la está peleando o que desgraciadamente ya no está entre nosotros me brinda gran parte de la fuerza que impulsa mis piernas en cada kilómetro.
Terminada
la carrera hicimos una picada bajo un árbol de esa hermosa rambla y nuevamente
emprendimos el largoooo viaje de regreso (en el cual nos perdimos…jaja! pero
esa anécdota quedará para una próxima crónica…)